La reina Isabel la Católica, en su
testamento, mandó preocuparse especialmente por la protección y la
cristianización de los naturales de las Indias. Ello guarda directa
concordancia con la obligación o modo con que el Papa Alejandro VI concede las Indias a los Reyes, es
decir con la obligación de
evangelizar a los Indios en los preceptos de la Santa Fe Católica Romana.
Hubo numerosos abusos con los nativos americanos por parte de los
conquistadores, sin que la Corona inicialmente tomase una actitud definida
respecto de ellos. Sin embargo, el 14 de diciembre de 1511, fray Antonio de Montesinos pronunció
una dura homilía (preparado previamente por miembros de su orden) en contra de
los abusos a que se sometía a los indígenas.
Los Reyes
Católicos al recibir noticias de esta homilía, convocaron la Junta de Burgos en
la que se sometió la cuestión al pronunciamiento de una Junta de
juristas y teólogos expertos.
Esta
actitud por parte de la Corona Española se diferenciaba notablemente respecto
de las políticas seguidas por otras potencias coloniales europeas, como
Inglaterra y Holanda, varios siglos más tarde, allí el tema de los derechos de
las poblaciones nativas, fue resuelto por los gobernantes, decidiendo su
inmediata esclavitud y el liso y sistemático exterminio.